El primer emisario

El respeto de todos por D. Vicente Rojo

A las 22:30 horas del d韆 8 de septiembre se escucha desde el frente sur una voz de un altavoz que dice: 隆Atenci髇 Alc醶ar, atenci髇 Alc醶ar! 驴Quer閕s recibir la visita del comandante Rojo? Este mensaje se repite peri骴icamente entra los disparos de fusiler韆 y ametralladoras.

El coronel Moscard es informado de esta petici髇. Se trata del comandante de Infanter韆 Vicente Rojo Lluch muy conocido entre los oficiales ya que hab韆 sido profesor de la Academia.

Desde el Alc醶ar un meg醘ono responde: el coronel est dispuesto a recibir ma馻na al comandante Rojo entre las 9 y las 10. Durante este tiempo no se debe disparar por ninguna de las dos partes. Responded. De acuerdo. Nuestro parlamentario se presentar en la plaza de Capuchinos entre las 9 y las 10 y no se disparar durante ese periodo de tiempo.

A las 9 en punto, con una bandera blanca y acompa馻do de dos milicianos, se presenta el comandante. Le reciben sus compa馿ros, el comandante Blas Pi馻r y el capit醤 Alam醤, a los que inform que dispon韆 de tiempo hasta las 13: 00 horas. Le vendaron los ojos y desorient醤dole sobre los caminos de acceso al Alc醶ar, le condujeron a la presencia del coronel Moscard en su despacho.

La conversaci髇 fue la siguiente:
驴Cu醠 es su misi髇?, Vengo en nombre del Comit de Defensa de Toledo para tratar las condiciones de la rendici髇 escritas en este papel
. (Le mostr un documento de 鈥淛efatura de la columna de operaci髇鈥 con diez firmas, siendo la 趌tima la suya y fechado el 9 de septiembre de 1936).

Las condiciones eran las siguientes:
1. Garant韆 de la vida para todos los refugiados del Alc醶ar.
2. Libertad para los ni駉s menores de diecis閕s a駉s, para las mujeres y para los soldados.
3. Mandar al juicio de los tribunales militares a todos los dem醩.

El coronel lo ley atentamente, dobl el papel y se lo devolvi al comandante Rojo dici閚dole:

隆Lo rechazo! 脡sta es la respuesta.

驴Es su 趌tima palabra?

S, Se駉r Mayor.

Tenga en cuenta que despu閟 de esta contestaci髇 se utilizar醤 todos los medios.

Lo s, la mina. Diga a quien le manda que preferimos morir antes que rendirnos.

驴Y las mujeres y los ni駉s?

驴Cu醠 ser韆 su suerte si los dej醨amos salir de aqu?

Ser韆n liberados de inmediato.

驴Puede darme su palabra de honor, Se駉r Mayor, de que no se tomar ninguna represalia sobre ellos?

Y aludiendo al chantaje realizado con su hijo Luis, le dijo:

驴No ser韆n utilizados, compr閚dame sin entrar en detalles dolorosos, como nuevos elementos persuasivos para movernos a la rendici髇?

El comandante Rojo encaja el golpe y no pudiendo asegurar oficialmente esta petici髇, se levant para marcharse.

隆Entonces mi misi髇 ha terminado!

S ha terminado. Solo le pido una cosa. Si dispone de alg趎 sacerdote condenado a muerte, m醤denoslo, lo necesitamos.

Le prometo que har todo lo que est en mi mano para que su petici髇 sea aceptada.

Con las mismas precauciones de seguridad, el comandante Rojo fue acompa馻do a la salida de la plaza de Capuchinos. Al despedirse, se dirigi a los oficiales que le acompa馻ron y a los otros que durante su entrevista con Moscard se hab韆n quedado con su escolta, les dijo:

隆A todos los que est醤 aqu dentro les env韔 un gran abrazo!

Nada m醩 abandonar el recinto del Alc醶ar, los sitiadores comenzaron a abrir fuego contra la fortaleza con una inusitada intensidad.

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