Raci髇 de pan usada en el Alc醶ar

La alimentaci髇 de los defensores

La falta de pan se pens subsanar al principio consumiendo el trigo agorgojado que hab韆 para alimentaci髇 del ganado, como as se empez, y despu閟 consumir la cebada del ganado; pero afortunadamente se descubri un dep髎ito de trigo propiedad de un Banco de la calle del Carmen que estaba en las inmediaciones del Alc醶ar por la parte este, colindante con el picadero, que conten韆 unos dos mil sacos de trigo de noventa kilos cada uno y de excelente calidad.

Esta acci髇 se consigui gracias a uno de los numerosos reconocimientos nocturnos que realizaban los defensores y que al llegar al conocimiento del mando, 閟te dispuso que se requisase la mayor cantidad posible de este alimento tan necesario para los sitiados.

En diferentes salidas se consiguieron trasladar hasta la fortaleza unos 360 sacos que, con el proceso de fabricaci髇 de circunstancias, consiguieron fabricar un pan integral que significaba un verdadero alivio.





Con este hallazgo providencial y los caballos y mulos de la Academia y Guardia Civil se resolvi el problema de la alimentaci髇, aunque en forma muy precaria, hasta que termin el asedio, ya que la raci髇 de pan que se pod韆 fabricar en el horno de campa馻 no llegaba a los 18o gramos por el n趍ero tan elevado que hab韆 que producir y lo poco que rend韆 la peque馻 molturaci髇 de trigo que hab韆 en el Museo de Intendencia; la carne ten韆 que estar severamente racionada, pues el asedio se prolongaba, y baste decir que al final de 閟te s髄o quedaron sin sacrificar un caballo y cinco mulos, que hubiesen permitido, a lo m醲imo, la alimentaci髇 escas韘ima durante seis d韆s.

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